Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15.

Puede parecer una pregunta extraña: ¿por qué estudiar la Biblia? - sobre todo cuando probablemente no hubiera continuado leyendo esto, si no creyese que dicho estudio es necesario o al menos de alguna manera beneficioso. Pero con demasiada frecuencia hacemos cosas por el simple hecho de hacerlas. Ciertamente este es un buen momento para preguntarnos por qué hacemos lo que hacemos o por qué no hacemos lo que deberíamos hacer.

Aunque hay varias razones de peso para estudiar la Biblia, hay dos excusas comunes para no estudiar las Escrituras. La primera, comúnmente manifestada, es que la Biblia es difícil de entender y sólo los teólogos altamente cualificados con formación técnica están equipados para la tarea. Esto es lo que a menudo pensamos y decimos, a fin de acallar nuestras conciencias y descuidar nuestro deber de estudiar las Escrituras.

Los reformadores del siglo XVI respondieron esta excusa defendiendo la perspicuidad de las Escrituras, es decir, la claridad de las Escrituras. Ellos no mantuvieron que todas las partes de la Escritura son igualmente claras, sino que la Biblia es necesariamente clara en su mensaje básico. Esto significa que si leemos, podremos captar lo esencial, con la iluminación del Espíritu Santo.

La segunda excusa es que la Biblia es demasiado aburrida. Nos quejamos de que necesitamos la ayuda de alguien para "hacer que la Biblia cobre vida"; pero la Biblia está viva, y sus palabras nos hacen cobrar vida. No hay nada de aburrimiento en el drama, pasión, crimen, devoción y vida real que está representada en las Escrituras. Las costumbres antiguas pueden parecer ajenas a nosotros, pero las luchas y los problemas que enfrentaron los personajes bíblicos son los mismos que enfrentamos hoy día.

Como seguidores del Señor Jesús debemos estar motivados a estudiar la Biblia, con el fin de seguir creciendo en las cosas que ya hemos aprendido. Necesitamos profundizar en nuestra comprensión sobre los orígenes y contextos de los libros de la Palabra de Dios con el fin de comprender y aplicar mejor a nuestras vidas las verdades que contienen.

Nuestro objetivo final es glorificar a Dios a través de nuestra vida. Ciertamente, para que el creyente pueda alcanzar este objetivo, es fundamental el manejo y comprensión de la Biblia. Comprométase a ser hallado fiel en la tarea de presentarse a sí mismo como un obrero que maneja bien la palabra de verdad. Aun cuando está sea una tarea de por vida, se puede cumplir a través de la paciente práctica diaria.