[right-side]Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16.
En los últimos años una serie de teólogos semi-conservadores han cuestionado si debemos mantener la doctrina de la inerrancia o infalibilidad Bíblica. Después de todo, dicen, esta búsqueda de absoluta certeza, refleja la "mentalidad aristotélica griega" que en realidad no es compatible con la naturaleza de "fe pura". Dicen que el cristianismo es una cuestión de "fe" y nosotros no necesitamos "absoluta certeza".
De inmediato nos damos cuenta que tales declaraciones presuponen que la fe es incompatible con certeza. Es decir, ellos presuponen en cierta medida el punto de vista existencialista moderno de la fe, que ve la fe como un "salto al vacío".
Con todo, podemos imaginar que Dios podría habernos dado la información acerca de la redención de otra manera. Él podría habernos proporcionado simplemente una gran cantidad de testimonios humanos. Los Evangelios, por ejemplo, podrían ser simplemente las memorias personales de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y nada más. Sin embargo, Dios nos llama a creer en el Evangelio de la misma manera que creemos que Adolf Hitler fue canciller de Alemania entre 1933 y 1945. Existe un debate sobre lo que el señor Hitler en realidad pensó e hizo durante su mandato, pero no hay debate sobre si en realidad fue canciller. De la misma manera, los estudiosos pudieran debatir los detalles registrados en los Evangelios sin dejar de tener "fe" en la "confiabilidad general" del relato.
Pero la Biblia dice ser mucho más. De hecho, afirma ser la misma palabra de Dios. La Biblia dice que es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16). Si Dios es Dios, Él no se equivoca. Si la Biblia es inspirada por Dios, no puede haber "errores menores" en los detalles de la historia. Si la Biblia contiene tales errores, difícilmente puede ser obra de un Dios perfecto. Y si Dios no es perfecto y totalmente digno de confianza, Dios no es Dios.
Si la Biblia contiene errores, aún podría ser corregida en muchas de sus afirmaciones. Pero hay una afirmación que pudiera no ser verdad: la afirmación de que la Biblia son las palabras inspiradas por Dios. Pero todos los padres de la Iglesia, los teólogos medievales, y los reformadores protestantes vieron claramente que la Biblia afirma ser inerrante e infalible. Si esa afirmación es falsa, la Biblia nos está engañando, y ha engañado a las personas durante muchos miles de años.
Podemos regocijarnos que la Biblia está libre de errores en todas sus afirmaciones. Dios quiere que su pueblo tenga confianza en Él, de modo que podamos conocerle a Él y conocer su voluntad, haciendo lo que Él nos ha llamado a hacer sin temores. Ahora bien, considere su grado de compromiso con la verdad Bíblica; este nivel podría ser mejorado y fortalecido con un reconocimiento más enérgico de su confianza en las Escrituras.
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