“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre” (Hebreos 13:5-6).
Su relación con Dios le permite disfrutar de una verdadera satisfacción. Si ya ha leído La reflexión "Enfrentando la avaricia", usted podría preguntarse, "¿Pero cómo puedo disfrutar de la alegría y estar satisfecho con lo que tengo?". Usted puede empezar por darse cuenta de la bondad de Dios y creer que Él se hará cargo de usted ya que usted es uno de sus hijos . Usted puede reivindicar la promesa en Romanos 8:28, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
En segundo lugar, usted debe darse cuenta de que en verdad Dios es omnisciente, Él conoce todas las cosas y todas sus necesidades personales. Él conoce sus necesidades individuales mucho antes de que usted lo haga y aun antes de que usted ore por ellas. Jesús afirma: "Vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas" (Lucas 12:30).
Usted también puede disfrutar de alegría al recordar que lo que usted quiere o necesita es una cosa; lo que se merece es otra. El patriarca Jacob confesó: "menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo" (Génesis 32:10). Usted alcanzará satisfacción si toma en cuenta que el más pequeño de los favores o bendiciones de Dios que usted recibe, es más de lo que usted merece.
En última instancia, la satisfacción real será suya si usted posee una comunión vital con Dios por medio de Jesucristo. Entonces, entenderá como el apóstol Pablo, que las cosas temporales no importará tanto: "Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo". (Filipenses 3:8). Dios puede o no concederle alguna nueva bendición hoy o esta semana. En cualquier caso, pídale a Dios en oración que usted pueda resultar satisfecho y agradecido.
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