"[Cristo] se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad" (Efesios 1:10-11).
Como miembro de la familia de Dios, usted ha obtenido una herencia futura que tiene muchos beneficios actuales. Una herencia es algo que recibe un heredero como resultado de una voluntad o un proceso legal. Es un legado que uno recibe de conexiones familiares.
Como miembro de la familia de Dios, usted es un heredero de Dios y coheredero con Cristo (Romanos 8:17). Como tal usted ha obtenido una herencia que Pedro llamó "una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros". (1 Pedro 1:4) No puede morir, desaparecer, contaminarse, marchitarse porque el cielo es intemporal y sin pecado. Es una herencia segura.
En Efesios 1:11 Pablo se refiere a la misma en tiempo pasado ("tuvimos herencia"). Eso es significativo porque la plenitud de su herencia no se dará a conocer hasta que usted sea glorificado en la presencia de Dios (1 Juan 3:2). Sin embargo, su herencia es tan segura que Pablo se refiere a ella como si ya la tuviera en sus manos.
Aunque su totalidad está todavía en el futuro, su herencia tiene beneficios presentes también. Además de heredar a Cristo y el Espíritu Santo, también hereda paz, amor, gracia, sabiduría, alegría, victoria, fortaleza, orientación, misericordia, perdón, justicia, discernimiento, y todos los demás beneficios espirituales. Pablo lo resume así: "sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios". 1 Corintios 3:22-23.
Hoy en día muchos cristianos están tan preocupados por la adquisición de bienes materiales que ellos pierden muchos de los actuales beneficios de su herencia espiritual y la alegría de disfrutarlos antes de su cumplimiento. ¡No caiga en la trampa!
Echar una mirada hacia adelante, a su herencia eterna, le ayudará a mantener una perspectiva adecuada sobre las cosas temporales y lo motivará a alabar y adorar a Dios. ¡Alabado sea el Señor por la herencia indescriptible que le espera en el cielo! Dele gracias a Dios por los presentes beneficios de su herencia, que son suyos para disfrutarlos todos los días.
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